Tijuana, B.C. — El humo aún se elevaba sobre la calle 12 cuando Giovanni Brassea, dueño de la chicharronería Sancochi, abrazaba a uno de sus empleados. El gesto, en medio de las labores de los bomberos, fue más poderoso que las llamas: la vida de su equipo, por encima de todo.
El incendio, reportado alrededor de las 8:15 de la mañana, fue sofocado rápidamente por diez bomberos que acudieron con dos unidades al establecimiento. Aunque las llamas no causaron daños mayores, la operación se detuvo de manera preventiva.
“Es parte de lo que puede pasar en una cocina”, dijo Giovanni con serenidad. “Gracias a Dios y al apoyo de los bomberos, todo se controló. Lo más importante es que todos mis trabajadores están bien”.
La comunidad podrá seguir disfrutando de sus productos en las sucursales de Cacho e Hipódromo. El equipo de Sancochi prometió regresar pronto: más fuertes, más unidos.