Los árboles mexicanos también mueren de pie || Maria Eugenia Gonzalez Avila
Al revisar el calendario ambiental de nuestro país, el próximo 10 de julio se celebra el día del árbol mexicano y me percate que no he escrito sobre los árboles mexicanos. Alguien se preguntará ¿porque escribir sobre algo tan burdo y cotidiano como árboles? Algunas las razones serian que prestan servicios ambientales importantes como: genera oxígeno que respiramos y capturar carbono que generamos, esto mediante su proceso fotosintético. Por otro lado, su follaje permite capturar agua, que perchen las aves y si tiene flores las abejas se alimentan y generan la miel usada en nuestro yogur o pan. Añadiré, que los árboles generan sombra y disminuye la temperatura de su entorno, lo cual en estos días de calor extremo por cambio climático (CC) se agradece.
Además, los árboles han inspirar frase como “los árboles mueren de pie“, que pueden ser motivadora, aunque no es una frase textual sino homónima de la obra de teatro escrita por el dramaturgo español Alejandro Casona. Esta frase hace referencia metafóricamente a la dignidad y fortaleza del ser humano ante situaciones difíciles, manteniéndose en calma, con dignidad y resistencia ante los embates del clima o del ser humano, y sus raíces ya marchitas o resecas, le permite permanece estar erguido e inmune.
Algunos árboles mexicanos emblemáticos para nuestro país que son un ejemplo: es el Árbol de Tule o ciprés o “árbol de la iluminación” ubicado en el centro de Santa María del Tule en Oaxaca. Dicho árbol es uno de los más grandes y longevos del mundo, con un registro de edad de 2,000 años; es perenne, es decir, no pierden su follaje en ninguna estación del año y se mantiene de pie como un atractivo turístico para la entidad. Otro dato importante del árbol del Tule, es que requiere alrededor de 705 metros cúbicos agua para alimentar un peso de más de los 509,020 kilogramos, por lo que se creó un pozo para mantener las raíces de este majestuoso árbol.
Por otro lado, esta el Sabino de San Juan o ahuehuete o llamado “árbol viejo de agua”, el cual crece en lugares con mucha agua, como son las orillas de ríos, arroyos y riachuelos permanentes para que la base de los árboles se encuentre sumergida en agua a mayor parte del año; viven principalmente a altitudes entre 300 y 2500 metros y se encuentra en lugares como Teitipac, cerca de Oaxaca,
en Xochimilco, Ciudad de México y otros estados como Guanajuato, Veracruz, y en la zona de Monterrey
Otro árbol mexicano a mencionar es el mezquite de Durango o popularmente llamado “árbol de la vida”, ubicado en zonas secas y áridas, y contribuye significativamente a la economía, alimentación, ecología y cultura de zona desérticas y llanuras áridas; crece a altitudes de hasta 1800 metros sobre el nivel del mar. Además, el mezquite es fijador de nitrógeno y con ello su fertilización, suelo degradados.
Por último, está el sabino gordo de Nuevo León, que es un ahuehuete frondoso con troncos de diámetros considerables entre 2 y 14 metros y alturas de hasta de 40 metros, y son árboles muy longevos que crecen a la orilla de arroyos y ríos en los municipios como Terán y Allende en Nuevo León. En este último municipio se aplica la frase “los arboles mueren de pie”, sobre todo en los sabinos que crecen al margen del rio Ramos, en donde se están dando impactados ambientales negativos como: prender fogata al pie de esos árboles, quemarlos parcialmente para tumbarlos y generar leña para la carne asada, tira basura, descarga agua residual y aceite de camiones en rio. En fin, esto me lleva a preguntarte ¿crees vale la pena pensar o escribir de los árboles? Y ¿Cómo describirías los arboles de donde habitas?