Brillante pero mortal: el peligro del mercurio en casas, oficinas y escuelas

Baja California, 6 de mayo de 2025.- En algún momento, muchos adultos que hoy rondan los cuarenta o cincuenta años jugaron con mercurio en sus clases de secundaria o lo vieron en los termómetros del hogar. Ese líquido plateado y brillante, fascinante por su capacidad de dividirse en pequeñas esferas y volver a unirse, escondía un riesgo del que entonces poco se hablaba: su alta toxicidad. Hoy, sabemos que incluso mínimas cantidades pueden poner en riesgo la salud, especialmente de los niños.

“El mercurio es un metal pesado que no se elimina del cuerpo. Se acumula, sobre todo, en los tejidos grasos y puede generar daños neurológicos graves”, advirtió el ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX).

José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX)

El experto en temas ambientales, recordó que fue un caso dramático en la ciudad japonesa de Minamata, a mediados del siglo XX, lo que alertó al mundo sobre los peligros de este metal. “Una planta arrojó aguas residuales con mercurio al mar. Los peces lo absorbieron, se contaminó la cadena alimenticia y muchas personas enfermaron gravemente. Hubo daños neurológicos severos y afectaciones en mujeres embarazadas. Fue una tragedia sanitaria”, relató.

Ese desastre dio origen al Convenio de Minamata, un acuerdo internacional que busca reducir y eliminar progresivamente el uso del mercurio en productos y procesos industriales, así como prevenir su exposición a seres humanos.

Aunque parezca cosa del pasado, el mercurio sigue presente en muchos hogares, oficinas y escuelas. Uno de los principales portadores son los llamados “focos ahorradores”, esas lámparas de luz blanca en forma de espiral o tubo.

“Estos focos contienen pequeñas cantidades de vapor de mercurio. El problema es que, aunque sea poquito, si se rompen en un espacio cerrado, el vapor se libera y lo respiramos. Es muy fino, casi invisible, pero entra directamente por nuestros pulmones”, explicó Zavala.

Destacó la importancia de evitar que los niños sean expuestos a este material toxico, ya que es bioacumulable y su sistema aún está en desarrollo.

“Nosotros, los adultos, ya vamos de salida —dijo Zavala con tono reflexivo—, pero los niños apenas están comenzando. Ellos no deberían estar expuestos a este tipo de peligros en escuelas o casas”.

José Carmelo Zavala, egresado del Programa LEAD por El Colegio de México, consideró urgente retirar los focos ahorradores de los espacios donde habitan o estudian niños. Aunque fueron una alternativa eficiente al consumo eléctrico en su momento, hoy existen opciones más seguras, como los focos LED, que no contienen mercurio y son igual o más eficientes.

Además, Zavala hizo hincapié en que romper un foco de este tipo no es un accidente menor: “Debe manejarse como un residuo peligroso. Si se rompe, hay que cubrirlo con un trapo húmedo, envolver bien los fragmentos para que no corten, embolsar todo en plástico y cerrarlo adecuadamente”.

El director del CIGAMX, también propuso que el tema del mercurio se enseñe a los niños de forma clara y comprensible. “Así como les explicamos que no deben tocar el fuego o jugar con cuchillos, debemos enseñarles que el mercurio —aunque brillante y curioso— es peligroso”, señaló.

Esa enseñanza, dice, puede convertirse en una herramienta para la prevención y para fomentar la participación de la niñez en temas de salud y medio ambiente.

La participación ciudadana es clave. Todos podemos contribuir evitando comprar productos que contengan mercurio, como algunos tipos de pilas, termómetros antiguos, tensiómetros o interruptores eléctricos viejos. También podemos informarnos sobre los puntos de recolección adecuados para desecharlos sin poner en riesgo a otras personas.

El Convenio de Minamata es un esfuerzo internacional, pero su éxito depende de que cada comunidad asuma su parte. “Se trata de cuidar la vida, la salud de nuestros niños y el futuro del planeta. Esa es la meta”, concluyó Zavala.

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