Tijuana, Baja California, 28 de octubre de 2025.- En medio de la creciente urgencia por enfrentar los efectos del cambio climático, México avanza con una nueva visión ambiental impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, cuyo perfil científico ha marcado el inicio de una administración comprometida con la restauración ecológica, la energía limpia y la economía circular.
El ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, fundador y director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México (CIGAMX), destacó que el país atraviesa un momento de transición ambiental “esperanzador, aunque aún insuficiente”. En su análisis, subrayó que los esfuerzos actuales deben servir para “mantener el ánimo y el optimismo frente a una tarea gigantesca e interminable” como lo es el cambio climático.
Entre los programas federales más destacados, Zavala mencionó “Sol del Norte”, iniciativa que promueve la instalación de paneles solares en viviendas de Mexicali. Este proyecto, dijo, ha tenido un impacto directo en la economía familiar, pues “una factura de energía de dos mil pesos puede reducirse hasta en un 95 por ciento”, al tiempo que contribuye a disminuir las emisiones contaminantes.
El especialista también reconoció los avances en materia de energía eólica en La Rumorosa, aunque la mayoría de los proyectos estén destinados a la exportación. “El cambio climático es un fenómeno global —señaló— y debemos asumir nuestra responsabilidad sin esperar a que otros países actúen primero.”
Para Zavala Álvarez, la administración de Sheinbaum ha mostrado “señales claras y resultados alentadores” en su primer año, integrando políticas públicas que relacionan agua, energía, biodiversidad y cambio climático como un solo sistema interdependiente.
A nivel local, el ingeniero resaltó la labor académica del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), institución que celebra más de tres décadas del Ecoparque, un espacio pionero en la reutilización de aguas residuales y la reforestación urbana en la colonia Buenavista. Con tres hectáreas reforestadas, el proyecto ha demostrado la viabilidad de los sistemas descentralizados de tratamiento de agua, mediante biofiltros y microrganismos inmovilizados.

“El Ecoparque es un ejemplo que podría replicarse en al menos cuarenta puntos de la ciudad —afirmó Zavala—, y una muestra de cómo la ciencia, el gobierno y la comunidad pueden converger en acciones concretas frente al cambio climático.”
El cambio climático representa una de las mayores pruebas de nuestra época: una tarea inmensa, inacabable y llena de desafíos que con frecuencia deja más preguntas que respuestas. Como señala el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, no basta con reconocer su magnitud, sino con alimentar constantemente el ánimo y el optimismo desde las acciones que sí emprendemos. En cada panel solar instalado, en cada árbol reforestado, en cada gota de agua tratada, se libra una pequeña batalla por la vida en el planeta.
“Esta lucha no es solo por la naturaleza o la Tierra —que seguirá su curso—, sino por la humanidad misma, por evitar que nuestra presencia sea apenas un breve paréntesis en la historia geológica. La esperanza, entonces, se sostiene en la acción: en no rendirse ante la magnitud del problema, sino en seguir construyendo, paso a paso, un futuro posible para quienes aún no han nacido”, finalizó Zavala.


