Tijuana, Baja California, 14 de octubre de 2025. — El ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), consideró que la reciente modificación a la Ley de Economía Circular y Residuos de Baja California, anunciada por el diputado presidente del Congreso del Estado, Jaime Cantón, podría representar una oportunidad para consolidar una política integral sobre aprovechamiento de materiales y manejo de residuos, siempre y cuando se articule adecuadamente desde una visión ambiental.
Zavala recordó que, cuando la ley fue aprobada hace algunos años, se discutió intensamente la necesidad de que la economía circular no se limite al tratamiento de desechos. “La economía circular va mucho más allá del reciclaje. Inicia desde el diseño de los productos, la ampliación de su vida útil y el fomento al comercio de segunda mano. Reducirla a la gestión de residuos es regresar a una lógica lineal: de la cuna a la tumba”, advirtió.
El especialista explicó que el concepto de economía circular involucra distintas etapas que, en muchos casos, corresponden a dependencias ajenas al ámbito ambiental. Las primeras fases —como el diseño de los productos—, dijo, están más vinculadas con las áreas de economía. En cambio, las etapas relacionadas con el manejo de residuos y el reciclaje sí son competencia directa de las dependencias ambientales.
No obstante, subrayó que el objetivo no debe quedarse en la simple separación o confinamiento de residuos, sino en transformar los materiales reciclados en nuevos productos, lo que constituye el verdadero sentido de la economía circular. “Antes se trataba simplemente de deshacerse de los residuos; hoy se busca darles un nuevo ciclo de vida”, apuntó.
Zavala recordó que, tradicionalmente, la gestión de los desechos respondía a un modelo de economía lineal, conocido como de la cuna a la tumba, que terminaba con el confinamiento de los materiales en rellenos sanitarios.
“Lo que buscamos con la economía circular es establecer un proceso de la cuna a la cuna; es decir, que de un producto se obtenga otro utilizando el mismo material. Sin embargo, ese enfoque parece no estar presente en la narrativa actual, pues el diputado presidente del Congreso se refiere al confinamiento y a la trazabilidad del residuo hasta su destino final. ¿Confinado? Esa es la tumba, ese es el relleno sanitario”, puntualizó.
El especialista destacó que el reúso del agua es un ejemplo claro del principio circular. “El ciclo del agua, como lo aprendimos desde pequeños, ilustra muy bien este principio. En este tema, considero que la competencia estatal podría tener un papel relevante, ya que los organismos operadores de agua en Baja California son paraestatales; por ello, las regulaciones del Estado cobran mayor importancia cuando se trata del reúso del agua”, explicó.
Agregó que las primeras etapas del proceso —especialmente el diseño— son las más determinantes, ya que en ellas puede evitarse hasta el 80 % de los impactos ambientales de los productos, siempre que se conciban pensando en su posconsumo. “El comercio de segunda mano adquiere un papel totalmente relevante; es quizá la expresión más concreta del servicio ambiental, pues fomenta el reúso y prolonga el ciclo de vida de los productos”, señaló.
Para Zavala, modificar la óptica educativa, cultural y de consumo es esencial. “Debemos mirar con otros ojos el comercio de segunda mano: las llantas, los automóviles, los yonkes, el retiro y la recuperación de partes, pues representan una herramienta fundamental en la economía circular”, afirmó.
Como ejemplo, mencionó el caso de la empresa Zahori, en Mexicali, que enfrenta conflictos con su vecindario por emisiones contaminantes, pero que al mismo tiempo procesa entre seis y siete mil toneladas de cartón al mes, transformando residuos en nuevos rollos de cartón. “Acomodar piezas de este tipo dentro del rompecabezas de la economía circular no es tarea sencilla, pero es necesario hacerlo para avanzar hacia el modelo que buscamos consolidar”, reconoció.
Finalmente, Zavala, egresado del Programa LEAD por El Colegio de México, expresó su confianza en que la nueva Ley General de Economía Circular, en preparación a nivel nacional, fortalezca una política unificada que evite la dispersión de esfuerzos.
“Debemos seguir una política nacional que permita una mejor articulación entre los tres órdenes de gobierno —federal, estatal y municipal—. Confío en que, bajo el liderazgo de una presidenta con formación científica y ambiental, como Claudia Sheinbaum, podamos lograrlo con éxito”, concluyó.